Aunque
aún nos encontremos en el mes de octubre cabe destacar que está por celebrarse
una de las tradiciones más vivas que nunca en México, y es el Día de los fieles
difuntos y Día de muertos que se celebran el 1 y 2 de noviembre de cada año, es
una tradición muy antigua proviene desde nuestros antepasados prehispánicos.
Dicha
tradición no es cualquier evento que surge en el país porque la Unesco la ha
declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, dicha celebración
también se lleva a cabo en algunos lugares de centro américa y algunas regiones
de Estados Unidos las cuales tienen gran cantidad de población latina.
Esta
celebración se ha llevado a cabo incluso desde antes de la conquista de los españoles,
por los mexicas, mayas, purépechas y totonacas, brindando culto a la diosa
Mictecacíhuatl, quien sería la dama de la muerte y esposa de Mictlantecuhtli, quien
es el señor de la tierra de los muertos; la muerte siempre nos ha causado miedo
a algunos e incertidumbre y misterio a otros; así que esta es la oportunidad
perfecta para burlarla, venerarla, adorarla o rendirle culto.
Al
igual que a nuestros fieles difuntos podríamos llevarle una ofrendita al
panteón de lo que más pudo haber sido de su agrado, un tequilita o un cigarrito
tal vez, para recordar a los que simplemente se nos adelantaron.
Así
que sólo me queda decir que disfruten su día de muertos, con un chocolatito
bien calientito y un tradicional pan de muerto, y así no dejar que la tradición
muera.
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